La “ASOCIACIÓN DE VECINOS DE LA CAÑADA DEL PAVO” saluda a todos los turisanos/as y a los vecinos/as de las urbanizaciones del municipio.
La Cañada del Pavo, con su fuente, está situada en la zona sureste del término de Turís, limitando por el norte con la sierra de El Portell, en cuya parte oeste se halla la Carencia y donde se han localizado las ruinas de una ciudad ibero-romana, que según creen los arqueólogos, es la ciudad de Killi y que con Edeta (Líria), Arse (Sagunto), Kelin (Caudete de las Fuentes), Saiti (Játiva) y Sucro, cerca de la confluencia del rio Magro con el Júcar, eran unas de las principales capitales de la Edetania, allá por los siglos VI al I aC.
Me encontraba una noche de verano sentado junto a la Fuente del Pavo contemplando el cielo limpio y estrellado de Turís, cuando, sin saber cómo, apareció junto a mí una mujer joven, morena, vestida con una túnica que le llegaba a los pies. Iba acicalada con una peineta en la cabeza, con unos rodetes de moño a cada lado y una mantilla que le cubría toda la espalda, casi hasta el borde de la túnica y con collares y pulseras. Toda ella respiraba autoridad y elegancia. De pronto me vino a la memoria una escultura ibera que se había encontrado cerca de Elche…
-Sí, efectivamente, -me dijo- soy una dama ibera, sacerdotisa y vidente, del templo de la ciudad de Killi que está ahí arriba, hacia poniente.
Me asusté y traté de marcharme, pero ella continuó hablándome. El tono y la dulzura de su voz me paralizaron.
-No temas. Voy a contarte una historia que empieza a forjarse ahora, en el tiempo que tú llamas el siglo III aC de tu Era. Mira, mi pueblo, el ibero, ha venido asentándose desde hace muchos años por estas tierras, unas fértiles, regadas por el rio que llamas Magro y acuíferos que tú designas como la Font del Pavo, ésta en la que estamos, Font del Galeno, Font de la Mancada, la Marjal, entre otros; y también en tierras de secano que, junto con los bosques, nos proporcionan lo necesario para vivir.- Cultivamos cereales, la vid, el olivo, el algarrobo… conocemos el bronce y el hierro, así como la fabricación de cerámica. Killi controla la ruta del rio Magro, que va desde la meseta de Iberia, al oeste, hasta el mar Mediterráneo, ayudado por el rio que llamas Júcar. Comercializamos nuestros productos con los pueblos de la Edetania, de la que formamos parte, y con los del interior e incluso los exportamos a otras zonas al oriente de dicho mar.
Vivimos en una relativa paz con los demás pueblos de Iberia y de más allá, hacia el oriente. Nuestra vida es dura, pero sabemos vivirla con esfuerzo y también, en ocasiones, con alegría y buen humor.
Pero el tiempo pasa y la historia sigue su curso. Puedo ver que a lo largo de los tiempos venideros, mi pueblo será conquistado sucesivamente por otros: los cartagineses, los romanos, los visigodos, los árabes… hasta que llegue una época en la que una religión que se llamará cristiana se establezca por estas tierras y por toda Iberia. Mi pueblo aportará parte de su cultura e irá adoptando usos y costumbres de esos pueblos. Killi bajará al llano y con el devenir de los tiempos, se llamará Turís, en la que subsistirán tradiciones de todos esos pueblos, como por ejemplo del mío, ya que se seguirá usando la peineta, los rodetes de moño y la mantilla. Sus pobladores serán aficionados al Toro, animal que nosotros adoramos en algunos santuarios nuestros como una deidad. El caballo será, como para mi pueblo, un animal que les ayudará en sus trabajos y, en ocasiones, para ejercitarse en juegos y diversiones. Sus habitantes seguirán cultivando estas tierras que les darán, a cambio de sus esfuerzos, los frutos necesarios para vivir. Y también serán muy aficionados a celebrar fiestas, como nosotros... Ahora mismo acabamos de celebrar la Fiesta de la Fertilidad, una de nuestras fiestas rituales.
-Me gusta mi ciudad, -continuó pensativa- pero mi lugar preferido es este en que estamos, la “Font del Pavo”. ¡Qué nombre tan curioso le pondréis a este manantial!
Se detuvo un instante como soñando y continuó hablándome.
-Mi sueño sería que un día este paraje se convirtiese en un lugar acogedor, bien arreglado y cuidado, al que se pudiese venir a relajarse, beber el agua fresquita, comer con tranquilidad, contemplar el bello paisaje de la Cañada…
De pronto le oí pronunciar mi nombre: “Juan”... ¡Conocía también cómo me llamaba!... y noté cómo su mano se posaba en mi hombro… “vamos a descansar que ya es tarde”… y… me desperté. Era mi mujer. La joven ibera ya no estaba allí. Me di cuenta que me había quedado traspuesto y que había sido un sueño.
La realidad de la vida siguió, pero desde ese momento fui más consciente de que las gentes de Turís son trabajadoras, acogedoras, amables… que tienen la diversión de los toros casi como una religión… que algunos sienten pasión por los caballos… y en una de sus tantas fiestas vi a unas jóvenes vestidas con el traje de valenciana y me fijé en su tocado: la peineta, los rodetes de moño a ambos lados de la cabeza y la mantilla que les cubría la espalda casi hasta los pies y me acordé de la sacerdotisa ibera de mi sueño: ¡era verdad lo que me “dijo” de que esas costumbres y esos atavíos de su pueblo perdurarían en el tiempo como legado de su cultura! ¡Alrededor de 2.300 años después aún se conservan costumbres tan primitivas! Pero, su sueño sobre el “futuro” del paraje de la Fuente del Pavo, ¿se hará algún día realidad? “Ella” y yo sabemos que sí, que Turís lo valora como algo emblemático del pueblo… que solo falta… esperar… pero que no sea tanto tiempo.
Y me sentí a gusto. Y me percaté, emocionado, que es verdad lo que se escribió en una publicación del IES nuevo, que TURIS TIENE ALMA… y yo me permito añadir… QUE ENAMORA.
Con mis mejores deseos de unas felices fiestas 2011,
Juan Bta. Alpuente Lliso
Presidente de la “Asociación de Vecinos de la Cañada del Pavo”
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